Temperaturas de récord provocan un brote inesperado de mosca de la fruta

La colocación temprana de dispositivos de biocontrol, la limpieza del campo y el monitoreo, claves para abordar las anomalías provocadas por el cambio climático en las plagas.

Tras el octubre más cálido registrado en la historia de España y un noviembre más templado de lo habitual, la mosca mediterránea de la fruta (Ceratitis capitata) se ha convertido en un grave problema en los cultivos de caquis y de cítricos esta campaña. Hablamos con Andrea Gregori, Account Manager de Suterra^® que nos explica la situación y las principales preocupaciones de los agricultores al respecto.

¿Qué comentan los agricultores sobre esta anomalía?

Las conversaciones a lo largo de este último mes, especialmente entre los agricultores dedicados al caqui y a los cítricos dulces, giran en torno a un enemigo común, la mosca de la fruta. Se están enfrentando a un problema grave porque las altas temperaturas han provocado un brote de ceratitis que sobre estas fechas de cosecha no se le esperaba.

Estamos hablando de que, por ejemplo, en Huelva ha habido una temperatura media de 20 a 25 grados y una moderada humedad relativa, las condiciones perfectas para que se desarrolle la mosca de la fruta y se reproduzca. En la zona hay productores de caqui que se han visto obligados a adelantar la cosecha para evitar las picadas de las moscas en el fruto. En la Comunidad Valenciana y Murcia también ha habido una eclosión de mosca de la fruta en fechas poco habituales. La presión de plaga ha provocado perjuicios mayores que en años anteriores, tanto en la cosecha de caquis como de las variedades cítricas de recolección media, que son las que se están cosechando en estos momentos. Hablamos de importantes cantidades teniendo en cuenta que en la Comunidad Valenciana se produce el 90% de toda la producción europea de caqui. En Extremadura también se ha producido un aumento de superficie afectada por la plaga en frutales respecto a la campaña pasada.

¿Se trata solo de un problema de elevadas temperaturas?

Aparentemente sí, pero el problema de fondo viene de atrás. Es cierto que con el frío la mosca desaparece del campo y que de momento no ha hecho frío, pero también es de rigor reconocer que La Unión Europea ha retirado muchas materias activas del mercado con las que se combatía la mosca de la fruta y el ritmo de la administración para autorizar nuevos registros no es proporcional. Se quitan herramientas y no se deja paso a las nuevas. Con este panorama, el agricultor tiene un número muy limitado de herramientas para controlar la mosca, y que en su mayoría pertenecen al mismo grupo, lo cual puede dificultar significativamente una gestión eficaz de la plaga”.

¿Cuál sería la solución según tu criterio?

Por un lado, sería necesario que se aceleraran los procesos de registro en, España especialmente, para equiparar la velocidad de caída de materias activas con la de nuevos registros. Por otro lado, esto ha de servir de advertencia de que el cambio climático está provocando comportamientos de las plagas poco previsibles y que por tanto hay que tener el cultivo protegido durante el mayor tiempo posible.

En este caso, nuestro dispositivo sostenible Magnet™ MED, es el sistema de biocontrol idóneo para prevenir y controlar la población de la mosca de la fruta debido, entre muchos factores, a que su efectividad se mantiene en máximos al menos durante 6 meses. Es el que mayor duración tiene del mercado muy por encima de las trampas convencionales. Esto permite al agricultor adelantarse al vuelo y mantener a raya la población de la mosca durante toda la campaña. Los dispositivos Magnet que se colocaron en julio, todavía hoy mantienen su efectividad y por tanto el control de la población se prolonga hasta la cosecha.

Hay que estar dispuesto a ir por delante. La mosca está volando aunque la fruta esté aún verde, y si nos adelantamos, aprovechamos una gran oportunidad de empezar a controlar su población antes de que sea demasiado tarde.

¿Se podía prevenir una presión de plaga tan inesperada como esta?

En algunos casos no se ha podido prevenir aun haciendo todos los tratamientos habituales, pero al empleo de los tratamientos correctos y los dispositivos de control eficaces hay que añadir siempre una perfecta higiene del terreno. Si visitas muchos campos puedes ver frutas caídas en los márgenes de la parcela o incluso frutas maduras en el propio árbol, estos son focos de proliferación de mosca que hay que evitar. Hay países como Sudáfrica, muy enfocados a la exportación, donde es obligatorio mantener la parcela limpia e invierten muchos recursos en ello para impedir la proliferación de plagas como esta y evitar mermas en la cosecha por sus daños. A esto hay que añadir también como clave el monitoreo constante. Es importante observar el campo día a día, colocar trampas de monitoreo para comprobar las capturas y periódicamente realizar muestreos sobre los frutos. Que no nos pille por sorpresa una eclosión de la plaga. Para tomar decisiones inteligentes hay que tener información en tiempo real de cómo está el cultivo.

¿Qué aprendizaje podríamos extraer de este fenómeno?

El principal aprendizaje es que con el clima tal y como está es importante proteger toda la superficie de cultivo, prevenir, ir por delante de la mosca y que la campaña del año que viene, si volviera a darse una circunstancia así, nos encuentre a todos más preparados. Ahora sabemos que incluso a finales de noviembre, en tan solo unos días la mosca de la fruta puede generar nuevas poblaciones que pueden poner en peligro la cosecha. Esto en cuanto a los agricultores y quienes trabajamos codo con codo con ellos en la protección de los cultivos. Si hablamos de la administración, acelerar la autorización de nuevas materias activas, dada la incertidumbre climática y su influencia en los ciclos de vida de las plagas.

Más info: https://www.suterra.com/es/magnet