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Guardianes del Paisaje Capítulo 2

Suterra 01-feb-2022 11:38:26

Parque Natural de l’Albufera y Suterra®

El Parque Natural de l’Albufera de Valencia es el protagonista de este segundo capítulo de Guardianes del PaisajeTM, la serie de Suterra® que reconoce la labor de los hombres y mujeres del campo que practican una agricultura sostenible y que apuestan por el respeto al entorno.

 

 

El Parque Natural de l’Albufera es uno de los humedales más importantes de Europa y alberga el lago de agua dulce más grande de España. Hace más de 30 años que en este espacio protegido se inició un camino de innovación agrícola que hoy es un verdadero ejemplo para el mundo. Se introdujo la técnica pionera de la confusión sexual para proteger sus arrozales de la plaga del barrenador.

Hoy, esta iniciativa se ha convertido en un hito de la agricultura y el caso de éxito que, sin duda, abandera la confusión sexual en el ámbito internacional. Hablamos de la mayor superficie de cultivo en el mundo protegida mediante el uso de feromonas (más de 15.000 hectáreas de arrozales). Esta experiencia ha logrado eliminar el uso de insecticidas e influir en la recuperación de la biodiversidad del parque, haciendo de los arrozales de l’Albufera un ejemplo de sostenibilidad. Pero, como es obvio, esto no se ha conseguido de la noche a la mañana. Muchas personas e instituciones han formado parte de este proceso de modernización que hoy sitúa al Parque Natural de l’Albufera en la vanguardia internacional del biocontrol.

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Un poco de historia

En los años 50 los insecticidas comenzaron a usarse de forma masiva y con ellos se inició una auténtica revolución agraria, pues acababan con las plagas permitiendo un gran incremento de las cosechas. Durante años, eso fue lo único que importó.  A partir de 1965, para minimizar sus efectos negativos, la propia administración se ocupaba de aplicar los tratamientos con avionetas que rociaban la zona de cultivo. Evidentemente, la conciencia ambiental distaba mucho de estar presente en la sociedad española de la época.  

Todo cambió con la declaración de l’Albufera de Valencia como Parque Natural en 1986. En una España ya integrada en la Unión Europea que se modernizaba a grandes pasos, la Generalitat Valenciana entendió que necesitaba dar con una fórmula que permitiera armonizar todos los intereses en juego. 

En ese momento se decidió que, para proteger el patrimonio natural y mantener el equilibrio ecológico del parque había que buscar alternativas a los productos químicos que se empleaban contra el barrenador del arroz. Pero, al mismo tiempo, el desafío era mantener la productividad del cultivo del arroz. Esta plaga, conocida localmente como ‘cucat’, ataca la caña de la planta y provoca una merma importante de la cosecha.

La técnica de confusión sexual era todavía experimental en ese momento por lo que el camino fue largo. Suterra® era la única empresa capaz de llevar este proyecto tan ambicioso adelante y asumió el reto.

La Generalitat Valenciana, la Universitat Politécnica de Valencia y Suterra® iniciaron una colaboración publico-privada destinada a buscar las mejores soluciones biotecnológicas y sostenibles, empleando estrategias de confusión sexual. El resultado de este proceso que se inició en 1988 es que hoy, todos los arrozales de la Comunidad Valenciana combaten esa plaga sin utilizar insecticidas, lo que implica poder controlarla sin provocar efectos perjudiciales sobre los insectos beneficiosos, sobre el suelo, el agua o sobre la avifauna del entorno. Desde 2006 en El Parque Natural ya solo se han empleado difusores de feromonas contra el cucat, evitando el uso de 50.000 litros de insecticidas nocivos cada campaña. 

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Un ejemplo para el mundo

El Parque Natural de l’Albufera gracias a esta iniciativa pionera se ha convertido en paradigma de cómo compaginar una actividad agrícola imprescindible en el territorio como es el arrozal con la preservación de una fauna y una flora de alto valor ecológico. Su paisaje está considerado un santuario para las aves migratorias.

Esta evolución y su proceso de cambio hacia un cultivo del arroz más sostenible hacen que los protagonistas de este hito merezcan ser reconocidos como verdaderos Guardianes del Paisaje.

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