Grafolita, la polilla que daña el frutal de hueso pero también el de pepita
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La Grafolita (Grapholita molesta) es una polilla que en Europa históricamente ha provocado daños en frutal de hueso (melocotón, nectarina, albaricoque, ciruelo, cereza), pero que se ha comprobado que afecta también a los frutales de pepita (manzana, pera, membrillo) sobre todo en sus variedades tardías.
Grafolita y Carpocapsa son dos especies de polilla morfológicamente similares que atacan a los mismos frutos, por lo cual comúnmente se confunden en campo dificultando a los agricultores el poder distinguir cuál de las dos plagas ha causado los daños.
¿Qué daños provoca la Grafolita?
Las larvas en primera generación provocan daños en los brotes. Aunque estos ataques no afectan a los frutos, hay que observarlos, porque serán indicadores del nivel de plaga. Aplicar la confusión sexual en primera generación ayuda al control de la incipiente población de Grafolita. Por el contrario, el tratamiento con insecticidas es complicado ya que no alcanzan el interior de los brotes.
El control de Grafolita en primera generación es importante sobre todo en parcelas donde los árboles jóvenes están formándose.
A partir de las siguientes generaciones ya pueden observarse daños en los frutos que reducen la cosecha pudiendo provocar graves pérdidas económicas. Una sola picada supone un fruto menos para comercializar.
Fte: Ministerio de Agricultura
Como el ciclo de la Grafolita es más largo que el de otros lepidópteros, puede ejercer daño en la cosecha hasta finales de octubre, antes de que las temperaturas desciendan y entre en diapausa (la ‘hibernación’ de los insectos).
Daño de Grafolita en brote de manzano (Girona)
¿Cómo se comporta la plaga?
La primera generación de Grafolita hiberna como larva en la hojarasca del suelo o las rugosidades del tronco hasta marzo, cuando aparecen los primeros adultos. Machos y hembras se reproducen y cuando la temperatura crepuscular supera los 16º C se produce la puesta. Depositan los huevos en el envés de las hojas o sobre brotes verdes, que tardan en eclosionar entre 5 o 10 días en función de las temperaturas. La larva de Grafolita penetra rápidamente en los brotes, excavando galerías hasta encontrar una zona adecuada para completar su desarrollo que dura entre 2 y 3 semanas. A finales de mayo emergen las polillas de segunda generación y a partir de entonces los vuelos de las generaciones restantes se solapan hasta finales de octubre. De forma que los adultos de segunda y tercera generación ya depositarán los huevos en los frutos para facilitar que las futuras larvas penetren y se alimenten de ellos para desarrollarse y seguir el ciclo reproductivo.
En el caso de Grafolita, la larva puede atacar cualquier parte del fruto, pero tiene cierta preferencia por la zona peduncular (la zona de unión con el árbol) y la zona calicina (el ‘ojo en la base del fruto). De forma que durante los meses más cálidos desde junio a agosto el ataque de Grafolita se acelera pudiendo causar graves daños en solo una semana.
¿Cómo se puede combatir la Grafolita?
Los insecticidas por ingestión eran los sistemas más empleados en el pasado, pero aparte de todos los inconvenientes del uso de insecticidas es muy complicado encontrar la ventana de tiempo exacta en la que afectar a la larva que ha de ser justo antes de que se instale en los brotes o en el fruto.
La técnica de confusión sexual, sin embargo, se ha demostrado la más sostenible y efectiva.
¿Con qué sistemas de confusión sexual cuenta Suterra® para el control de Grafolita?
Contamos con dos sistemas de emisión de feromonas en aerosol, que se instalan una vez y cubren toda la campaña. Se trata del CheckMate® Puffer® OFM, para el control de Grapholita molesta y Grapholita funebrana en frutal de hueso y en todos los cultivos sujetos al ataque de ambas plagas.
Para frutal de pepita está indicado el Puffer ® Fruit Multi que combate dos plagas de manera simultánea, es eficaz frente a Grafolita y también frente a Carpocapsa.
Mas información:
https://www.suterra.com/es/plagas-y-cultivos