Consecuencias del conflicto en Ucrania para el mercado europeo de fruta

Las exportaciones de fruta y vino de la UE se ven afectadas por la invasión a Ucrania.

Transcurrido algo más de un mes del inicio de la invasión a Ucrania por parte del gobierno ruso, hemos hablado con Paco Borrás, analista y experto en el sector hortofrutícola para que nos cuente sus impresiones sobre cómo va a afectar este conflicto a los mercados europeos de fruta y también al mercado del vino.

¿Cuáles son las principales consecuencias que está provocando en los mercados europeos de fruta la invasión a Ucrania?

La primera consecuencia automática es la pérdida de las 800.000 toneladas de frutas y hortalizas que Europa enviaba a Ucrania y Bielorrusia, lo que suponen alrededor del 10% del total de las exportaciones que realiza la Unión Europea a países terceros. Y si hablamos de consecuencias indirectas, Rusia, Bielorrusia y Ucrania importaban del mundo 9 millones de toneladas de frutas y hortalizas frescas gran parte, al menos durante los próximos meses, no lo van a importar. Todo ese volumen de productos frescos que ya no encuentran salida en estos países intentará desviarse a otros mercados, lo que puede provocar una sobreoferta, un excedente de fruta que favorece una bajada de precios.

A eso hay que sumar las sanciones impuestas. No se pueden hacer transacciones con Rusia, hay verdaderos problemas logísticos en la zona, y el pago de las mercancías deja de tener garantías.

¿Cuáles son los sectores frutícolas que se verán más afectados por las sanciones al mercado ruso?

Primero hay que aclarar que el mercado ruso ya casi se perdió en 2014 cuando la anexión de Crimea y el conflicto del Donbás. En ese momento, las sanciones impuestas supusieron para España la pérdida de 460.000 toneladas que se exportaban a Rusia. Con el conflicto actual, de esas 800.000 toneladas que se exportaba a la zona, algo más de la mitad son frutal de pepita (manzanas y peras) por tanto van a ser el sector más afectado. En este caso el principal país damnificado  fue Polonia que exportaba cada año un millón de toneladas de manzanas al mercado ruso.

En lo que respecta a Italia, pierde un mercado al que exportaban 26.000 toneladas de peras, manzanas y kiwis mayoritariamente y algo de uva de mesa.

¿Qué puede ocurrir en el mercado del vino?

Hasta ahora el vino nunca se había visto afectado por sanciones. España exporta a la zona 53 millones de litros e Italia unos 69 millones. Para ambos países estamos hablando de alrededor del 3% de sus exportaciones. De momento no hay ningún veto para exportar vino a Rusia, pero existe un problema de conversión de rublos a euros por las sanciones financieras y hay un problema más grave aún que es la devaluación de la moneda rusa.

A Italia que es el principal exportador allí, sobre todo de espumosos, le va a ocurrir lo mismo que a España. El vino que no va a estos países en conflicto tiene que comercializarse en otros países, por lo tanto, habrá una competencia importante para entrar en otros mercados. Un mercado del vino que tendrá que mirar ahora con más interés a países asiáticos como China, Japón o Singapur y también redoblar esfuerzos en EEUU.

El verdadero temor de los viticultores es que las consecuencias de la guerra influyan de nuevo en el consumo y se entre en una nueva crisis cuando empezaban a recuperarse de la anterior producida por la pandemia.

EXPORTACIÓN VINOS ESPAÑA A ZONAS EN CONFLICTO

¿Afectará a los cítricos?

Bielorusia y Ucrania no han supuesto un gran mercado para los cítricos españoles, entre los dos España exporta unas 28.000 toneladas, lo que supone un 0’7% del total. Lo que ocurre es que Grecia también va a perder otro tanto y como consecuencia van a haber 50.000 toneladas de cítricos europeos que se tienen que recolocar en otros mercados. 

El caqui es un producto muy apreciado en el este de Europa, ¿de qué manera se verá afectado?

El caqui sí que es un problema porque entre los dos países representaban 20.000 toneladas para España, es el 10% del total de las exportaciones españolas. Aquí sí que se pierde el volumen de golpe y va a ser para tiempo, porque tras el conflicto, por poco que dure, el mercado no demandará productos ‘exóticos’ como es el caqui. Un producto por otro lado muy bien enraizado en la cultura de consumo de los eslavos.

¿Cómo va a ‘moverse’ el mapa de la exportación de fruta?

Está claro que cuando unos mercados se bloquean hay que buscar alternativas para dar salida a los productos y en este caso la solución no está en Europa, hay que buscar mercados fuera de la UE pero aquí nos encontramos con algunos mercados que tienen unos protocolos de entrada muy estrictos que impiden que exportemos nuestra fruta. En estas circunstancias comprobamos una vez más los hándicaps de la política importadora de la UE, ya que desde Bruselas se negocian los términos de importación para todos los países miembros, pero a la hora de exportar, cada país ha de generar acuerdos por separado, perdiendo capacidad negociadora.

Un mes de conflicto armado es aún poco tiempo para conocer las verdaderas consecuencias a medio y largo plazo sobre el mercado de fruta europeo, pero lo que sí que está claro es que el productor de fruta ha de seguir apostando por la calidad y la sostenibilidad para seguir preparado y poder mirar hacia otros mercados alternativos. Cuando una puerta se cierra siempre hay oportunidad de abrir una nueva.