Observar los daños de las plagas en el viñedo es algo consustancial a la actividad agrícola. Estas fechas en las que ha pasado la 1ª generación de Lobesia y se acerca la 2ª, es el momento perfecto para salir al viñedo y valorar la presencia de la plaga en el cultivo. La información que obtengamos permitirá tomar decisiones ante las siguientes generaciones que son las que pueden hacer verdadero daño a la cosecha.
Salimos al campo con Carlos Colás, Product Manager de Suterra, para acompañarle en una revisión de glomérulos por daños de 1ª generación de Lobesia.
Estamos al final de la primera generación de polilla del racimo, paralelamente el viñedo está desarrollando los racimos y haciendo la floración. Justo es en plena floración, antes del cuajado de las bayas, cuando se produce el daño que hace esta primera generación de Lobesia sobre la flor. No es un daño que preocupe demasiado porque va a hacer aclareo de algunas de las flores y no necesitamos que todas cuajen para tener un racimo completo. Por este motivo es una generación que afecta poco pero sí que es un momento clave para ver lo que puede llegar a ocurrir en siguientes generaciones. Yo siempre le pido a los viticultores en estas semanas que paren, se bajen del tractor y revisen sus parcelas para ver si encuentran el daño de Lobesia que se produce en floración.
Las larvas de la polilla en primera generación se alimentan de las flores de los racimos, provocando que se sequen y se agrupen bajo una tellilla blanquecina. A este agrupamiento de flores secas se le denomina glomérulo.
En un paseo rápido contando racimos defines de manera fácil qué parcelas tienes con muchos glomérulos y cuáles no. Esa información te va a permitir saber qué parcela va a necesitar más atención para mantenerse sana en 2ª y en 3ª. Es una salida a campo muy sencilla y de la que vas a obtener mucha información con poco esfuerzo. Es también un momento en que puedes valorar la presencia de manchas de mildiu o de oídio.
Lo que haremos será un conteo de racimos para ver qué porcentaje aproximado tenemos dañados y poder tomar decisiones.
La segunda generación se da de manera tan concentrada en el tiempo que el momento de tratamiento con ovicida o larvicida ha de ser muy preciso. Sin embargo, con Subvert® actuamos en una ventana de 3 - 4 semanas permitiendo tratar desde recién cuajada la baya tamaño perdigón hasta guisante, lo que hace de Subvert® un tratamiento de fácil acierto. Como nos dicen los agricultores la diana es más grande tratando con Subvert®.
En definitiva, aunque las generaciones más peligrosas para el viñedo todavía no estén presentes, la observación tras 1ª generación de polilla del racimo es siempre un ejercicio interesante para prevenir y ayudar a proteger la uva de una futura amenaza de daños de Lobesia botrana.
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