Chile es el mayor productor de uva de vinificación de Latinoamérica. Sus vinos son famosos en todo el mundo y proteger su producción se ha convertido en cuestión de estado. Tanto es así que el biocontrol de plagas en sus viñedos mediante la técnica de confusión sexual es obligatorio por ley. Hemos hablado con Paulo Rivara, Sales Operation Manager de Suterra en Chile que nos hace un balance de la vendimia que acaba de finalizar en los viñedos chilenos.
Básicamente hay un factor relacionado con el cambio climático que ha marcado la campaña, las extremas temperaturas. Según apunta la ODEPA (Oficina de Estudios y Políticas Agrarias del Gobierno de Chile), la campaña empezó con muy buenas perspectivas gracias a un invierno benigno para el desarrollo de las vides en primavera. El nivel de precipitaciones era óptimo y las temperaturas moderadas en los primeros estados fenológicos de las vides, viñedos sanos y con una baja presencia de heladas en la zona central, que promovían una buena expectativa de cosecha. Sin embargo, a medida que fue avanzando la temporada, se iniciaron una serie de olas de calor que partieron en noviembre y fueron continuando en los meses de verano.
Febrero de 2023 ya se considera el febrero más caluroso de la historia de Chile. En algunas zonas tuvimos registros de más de 17 días continuos con máximas por encima de 35° y las mínimas nocturnas también se dispararon. Marzo también batió récords y se considera el más caluroso de los últimos 60 años, con un promedio de 30,7° C. Esto ha provocado que en algunas zonas y en aquellas cepas más sensibles, se haya producido una mayor deshidratación de la uva, con la consecuente pérdida de productividad que ello conlleva. El calor extremo también ha favorecido la presión de plagas, como arañitas y polillas, con un adelanto en los ciclos biológicos, provocado que se hayan desarrollado con mayor facilidad.
En general, cuando nos vemos enfrentados a temporadas húmedas, normalmente vemos mayor presión de enfermedades, como oídio y botrytis, y por otro lado, en temporadas más cálidas, la presión de plagas es la que destaca como problemática fitosanitaria. Sin duda en la temporada 2022-2023 ha sido crucial controlar las plagas de insectos desde el inicio debido a las anomalías climáticas. Ha sido una temporada de plagas excepcional con gran presión de arañitas, polilla del racimo y chanchitos blancos.
Fue llamativo ver en salida de invierno, mediados de agosto, temperaturas de 25° C eso afectó sin duda la diapausa de los insectos (podríamos decir que éstos despertaron de su “hibernación” antes de tiempo) eso significa que comenzaron su ciclo de desarrollo mucho antes de lo habitual. Si a eso le sumamos las temperaturas tan extremas del verano nos encontramos con ciclos más cortos de las plagas y en muchos casos más generaciones en la temporada. Por otro lado, las altas temperaturas y radiación solar afectan de manera directa la degradación de muchas moléculas insecticidas, lo que obviamente también impacta en período de control de los insecticidas.
Es importante entender que la confusión sexual no siempre reemplaza los tratamientos químicos convencionales, ambos se complementan dentro de una estrategia de control integrado de plagas. Esta temporada llamó la atención ver un mayor número de aplicaciones químicas de refuerzo, en muchos de las fincas tratadas con confusión sexual, en comparación a temporadas anteriores. Así como muchos productos químicos insecticidas no lograron cubrir el tiempo efectivo de control que normalmente sugieren los fabricantes, producto de la degradación de las moléculas por efectos de las altas temperatura, algo similar ocurrió con algunas formulaciones de feromonas como, por ejemplo, los difusores pasivos, que actúan de manera dependiente de la temperatura para la emisión de la feromona. Muchos de estos dispositivos se han agotado más rápido de lo normal, porque entraron en funcionamiento mucho antes y, por otro lado, las altas temperaturas favorecieron una emisión mayor durante el verano, lo que obviamente impactó en la dinámica y control de las plagas tratadas con confusión sexual.
Nuestra otra herramienta es Puffer®, un dispositivo de confusión sexual en sistema aerosol de liberación controlada que actúa de manera autónoma e independiente de la temperatura. Puffer® es la tecnología más moderna e innovadora que existe actualmente en el mercado de feromonas de confusión sexual, esta tecnología permite con tan solo 2,5 unidades por hectárea, un control que perdura por más de 200 días. Esta tecnología Puffer® permite grandes ahorros operacionales en mano de obra y cuenta con un soporte de servicios de instalación de alta tecnología que destaca por sobre todas las actuales alternativas de mercado.
Efectivamente, en el mes de febrero se propagaron una serie de graves incendios forestales que han impactado negativamente en nuestra agricultura en diversas regiones del país. No sólo hemos visto viñedos perjudicados, sino también huertos de nogales, arándanos, olivos y mucha superficie de trigo. Evidentemente es un tema que impacta a nivel país.
En lo que respecta a las zonas vitivinícolas más afectadas, encontramos los valles de Ñuble, Itata y Maule, donde no sólo vemos el daño directo de la perdida muchos viñedos que fueros destrozados por el fuego, sino que hay miles de hectáreas que han sido impactadas por el humo lo que afectara la condición organoléptica del vino degradando su calidad.