‘La revolución del biocontrol es ahora’ Alessandra Moccia

El pasado Congreso ABIM 2024 (Annual Biocontrol Industry Meeting) dejó claro que estamos viviendo un momento crucial para el sector del biocontrol.

Con 2.040 asistentes, el encuentro reflejó el cada vez mayor interés por estas soluciones innovadoras y sostenibles para luchar contra las plagas en la agricultura y que minimizan e incluso evitan el uso de insecticidas convencionales. Alessandra Moccia, vicepresidenta de IBMA y directora de asuntos regulatorios de Suterra, ha compartido sus conclusiones sobre este destacado congreso, el más importante del sector del biocontrol que se celebró hace unas semanas en Basilea, Suiza.

Biocontrol, un camino hacia la sostenibilidad

Para Alessandra Moccia, la asistencia masiva al congreso y la implicación de nuevos actores, incluidos algunos agricultores, destaca la necesidad y el deseo de implementar soluciones de biocontrol a gran escala. Esto no solo se limita a la industria, sino que representa una convergencia de interés de múltiples sectores.

"El biocontrol ya no es una opción, sino una necesidad para una agricultura más sostenible", afirma.

Los beneficios del biocontrol son innegables: mejora la sostenibilidad de los sistemas de producción integrada y ayuda a garantizar un mundo capaz de alimentar a futuras generaciones. No obstante, el sector aún enfrenta desafíos significativos, como la falta de conocimiento y falsos mitos sobre su eficacia y costes.

Derribando mitos e impulsando el cambio

Entre los principales obstáculos que enfrenta el sector, Moccia destacó la necesidad de hacer pedagogía y formar a los nuevos agrónomos y agricultores sobre el biocontrol. A menudo, el biocontrol se percibe erróneamente como caro, ineficaz, difícil de aplicar o que funciona solo si sigues unas reglas muy específicas. Esto último es cierto, pero es verdad también para un insecticida convencional.

“Si aplicamos un ovicida cuando ya hay larvas no funciona. Es lo mismo para el biocontrol, no es tan diferente, no es más difícil, no hay unas reglas más estrictas y no necesariamente es más caro, pero son falsos mitos que conviene superar, igual era así hace 20 años pero ya no, el biocontrol ha evolucionado mucho”.

Otro desafío radica en los procesos de registro y aprobación. Alessandra Moccia expone el caso paradigmático de Brasil donde se puede completar el registro de un producto de biocontrol basado en una nueva sustancia activa en solo dos años, en Europa este proceso puede tardar hasta siete años. La comparación ilustra cómo políticas favorables y marcos regulatorios eficientes pueden acelerar la adopción del biocontrol. La voluntad política de Europa de mejorar estos procesos es un avance prometedor, pero se requiere una acción real para que esta revolución sea sostenible y escalable.

Suterra y la divulgación del biocontrol

Suterra está desempeñando un papel clave en la defensa y promoción del biocontrol entre los agricultores, no solo desde una perspectiva técnica, sino divulgando a través de iniciativas que conectan con ellos de manera más cercana, como ‘Guardianes del Paisaje’. Este proyecto de divulgación no solo pone en valor las soluciones de Suterra, sino que también promueve buenas prácticas sostenibles en el manejo integrado de plagas, contribuyendo a la expansión del biocontrol.

“Es un esfuerzo por ir más allá del lenguaje técnico que ha predominado en la industria, apostando por una comunicación más accesible y masiva que inspire a agricultores y consumidores por igual”. Explica Moccia.

Enfatiza también la importancia de la colaboración entre el sector público y privado para promover el uso de biocontrol en la agricultura. La industria del biocontrol debe trabajar junto con instituciones públicas para formar sobre las ventajas y usos del biocontrol.

“Proyectos como los desarrollados por Suterra, que incluyen colaboraciones con la administración pública, demuestran cómo estas sinergias pueden resolver problemas reales, como el control de plagas en los arrozales del Parque Natural de la Albufera de Valencia, un caso de éxito mundial del biocontrol”.

Un momento clave para el biocontrol

Para Alessandra Moccia el mensaje es claro: la revolución del biocontrol está sucediendo ahora.

“En ABIM, por primera vez, he sentido que también los agricultores están demandando activamente soluciones de biocontrol. Esto es un cambio muy importante, porque deja de ser un modelo en el que el proveedor impone una innovación, y se convierte en una respuesta directa a una necesidad expresada por el cliente. Cuando la demanda viene de ellos, el impacto y la aceptación son mucho mayores”.

Es un hecho que está creciendo la demanda de estas soluciones, y el momento para actuar y consolidar su adopción masiva ha llegado. La esperanza de Moccia y de muchos en el sector es que cada vez más agricultores se sumen a foros como ABIM, fortaleciendo la sostenibilidad de las prácticas agrícolas y mejorando el futuro de todos.

“Con iniciativas como las que promueve Suterra, y el apoyo al sector por parte de líderes comprometidos, el biocontrol está preparado para ser una pieza clave en el camino hacia una agricultura más verde y resiliente”. Concluye Moccia.